Ilustración: Pablo Blasberg

La señal que apareció antes de la primera transmisión televisiva.

La señal que apareció antes de la primera transmisión televisiva.

Muchas veces recordar el pasado sólo deviene necesario cuando un aniversario redondo fuerza a su repaso y es en ese momento preciso cuando se toma conciencia de que todo tuvo un principio, y que reconstruir la historia con un máximo de aproximación, es apasionante. Con la televisión argentina se da este fenómeno.

Es importante entender que Canal 7, más allá de pionero de la televisión pública argentina, fue alta escuela de la televisión privada, la que aterrizó con ímpetu una década más tarde con empresas respaldadas por productoras estadounidenses que tomaron como base algo de aquellos modelos pero en especial de talentos locales, en el momento en que la democracia argentina intentaba una vez más resurgir a la vez que se balanceaba en un nuevo y complicado capítulo de su propia bitácora.

Un mes después de aquella primera transmisión del 17 de octubre de 1951 desde la Plaza de Mayo, nada menos que con Juan Domingo Peron y Eva Perón como protagonistas, esa historia de contenidos empezó a escribirse primero en la memoria y mucho después en el papel.

Las transmisiones eran de 16 a 19  y de 21 a 23, con una programación variada que de a poco fue incluyendo boxeo, cine, fútbol, catch, automovilismo, danza, humor y dibujos animados, desde el 3 de noviembre, y para el día siguiente en el prime time ya estaba previsto Noches de ensueño, un musical con orquesta de 40 integrantes y el Ballet de América, emisiones auspiciadas, por ejemplo, por la tienda departamental Gath & Chaves, de Florida esquina Cangallo.

Doña Petrona C. de Gandulfo y sus primeros pininos de cocina televisiva en Canal 7.

Doña Petrona C. de Gandulfo y sus primeros pininos de cocina televisiva en Canal 7.

El 18 de noviembre, con el auspicio de YPF, se transmitió el partido San Lorenzo-River, de la Primera División, desde el viejo «gasómetro» de Boedo, que terminó 1 a 1, con relatos de Ernesto Veltri, Enzo Ardigó y Raúl Goro. La final de ese año, Banfield-Racing, fue el 8 de diciembre también en la Avenida La Plata, ya con 1300 receptores  Philips, Dumont y Capeheart  funcionando, la mayoría en vidrieras de tiendas, bares o livings de funcionarios incluido uno en la Quinta de San Vicente. El campeón fue Racing.

En coincidencia surgieron el primer teleteatro Tarde de Vosotras, espacios con prestidigitadores o grupos folklóricos y Doña Petrona C. de Gandulfo con sus recetas populares en Variedades hogareñas, mientras que dos veces a la semana Juan Carlos Thorry cumplía su papel de locutor, presentador y crooner. Los viernes el show nocturno estaba a cargo de los humoristas Mike (Alfredo) Barbieri y Don Pelele junto al cantante mendocino   Antonio  Tormo

Otros programas muy festejados fueron Fiestas gauchas, Pampa y Cerro, Ritmo y Color y Crisol de danzas y leyendas.   Ese mismo año la sala principal del Palais de Glace, ubicado a 100 m. en la misma calle Posadas, se convirtió en el estudio anexo.

Guillermo Brizuela Méndez, numerosos programas y una voz memorable para todos.

Guillermo Brizuela Méndez, numerosos programas y una voz memorable para todos.

Aparecieron más teleteatros, como Cielo negado, piezas como La malquerida, con la actuación de Lola Membrives, la opereta La Geisha y el El lago de los cisnes, con el Ballet del Teatro Colón, o el Gran Premio Carlos Pellegrini, desde el Hipódromo de Palermo.

En 1952, y a su regreso de México donde protagonizaron dos películas,  José «Pepe» Cibrián y su esposa Ana María Campoy fueron figuras estelares de Teleteatro de suspenso, la primera tira diaria que en poco tiempo pasó de 15 a 60 minutos, y Cuidado… Néstor Villegas vigila.

Se recurre a las transmisiones en directo desde los teatros tal como ya se hacía en las radios de entonces, un fenómeno que rápidamente se interrumpió por no resultar rentable a los dueños de las salas, qué aseguraba le restaba ingresos en la venta de entradas.

Y así fue que al promediar la década y hasta Martín Kardagian estuvo con su show de catch-as-catch-can proveniente del Luna Park, y muchos de aquellos personajes que luego estarían en su famoso ciclo Titanes en el Ring.

Alfredo Barbieri, del dúo que hacía con Don Pelele, debutó en televisión en la década del 50.

Alfredo Barbieri, del dúo que hacía con Don Pelele, debutó en televisión en la década del 50.

Cuando los sueldos eran de $ 1.500 los receptores a válvula, inmensos y pesadísimos, se ofrecían a 8.000, y en los primeros tiempos solo se llegaron a vender unos 200, del medio millar que habrían llegado al país con ese fin.

Más tarde se incorporó a su staff la coreógrafa Beatriz Ferrari en cuyo ballet debutaron, por ejemplo Zulma Faiad y la luego periodista Nora Lafon, según recuerdan Carlos Ulanovsky, Silvia Itkin y Pablo Sirven en el libro «Estamos en el aire», y también hubo clases de inglés y un ciclo titulado Modas en TV, donde debutó como modelo Graciela Dufau.

De aquella primera camada fueron el Teleteatro del romance y Propiedad horizontal, comenzaron las carreras en el autódromo porteño recién inaugurado y más tarde la exitosa comedia Cómo te quiero, Ana, con Cibrián-Campoy, junto a Nelly Beltrán y Maurice Jouvet, seguramente inspirada en la estadounidense Yo quiero a Lucy, y Telesolfas musicales, con Nelly Prince y Guillermo Brizuela Méndez.

En 1953 hace su aparición   Paloma Efron, Blackie, la cantante de jazz que devino periodista, al frente del programa de entrevistas   Cita con las estrellas, quien se habría de unir al joven reggiseur   Cecilio Madanes  para ejercer la dirección artística de la emisora, etapa que la programación  incorporó una importante actividad teatral. 

Los estudios en Posadas y Ayacucho, con las cámaras importadas de los Estados Unidos.

Los estudios en Posadas y Ayacucho, con las cámaras importadas de los Estados Unidos.

Ese mismo año ya funcionaban cerca de 30,000 aparatos y Tropicana Club se convertía en uno de los programas más exitosos, igual que el radial Peter Fox vuelve  (a partir de 1959   Peter Fox lo sabía)   cuando de golpe irrumpió la productora Naicó, con dos ofertas importantes como Teatro Universal y Teatro Argentino, este último con la debutante Irma Roy, así como los desfiles de carrozas el Día de la Primavera por la Avenida Santa Fe, de Riobamba a Paraná y por la Avenida de Mayo el 12 de octubre, día que entonces se conocía como el «de la raza».

El primer noticiero llegó en 1954,  junto con novedades como Y usted, ¿qué sabe hacer?, El niño de los Pariño, La familia GESA (auspiciado por General Eléctric S.A.), en el que Dringue Farías abordaba temas políticos con su personaje Coletti Press, y debutaba -en TV- el impar Tato Bores.

En la segunda mitad de la década del 50 tuvieron significativa importancia los formatos que incorporó Narciso Ibáñez Menta, qué abordaron obras de la conocida como serie negra (Edgar Allan Poe y Gaston Leroux, entre otros), en colaboración con su hijo Chicho Ibáñez Serrador y la dirección de Marta Reguera la primera mujer, en ese papel clave en la televisión local, que ya había aparecido como actriz en la telecomedia   ¡Qué familia!   (1954). La carrera de Ibáñez Menta en el mundo del terror corrió en paralelo a la de Vincent Price desde la película Museo de cera, de 1952, pero en idioma español..

De Ibáñez Menta se recuerdan incunables de los que no quedan registros, La figura de cera, La carreta fantasma y El hacha de oro, todas de 1959 y en tres entregas de una hora cada una, El fantasma de la ópera, en 9 episodios, junto a Beatriz Díaz Quiroga (con quién una década después sorprendería por Canal 9 con El hombre que volvió de la muerte) y   Arsenio Lupín, en 17 entregas.

La lista sigue con   La pata de mono, los 9 episodios de ¿Es usted el asesino?, todas de 1961 así como Huellas del diablo y en especial El muñeco maldito, basado en un clásico de Leroux, en 13 capítulos y Las aventuras de Landrú, que fueron su pasaporte para España y luego retornar a finales esa nueva década y ser contratado por Canal 9.

Narciso Ibáñez Menta, pionero en llevar a la televisión obras maestras del terror y el suspenso.

Narciso Ibáñez Menta, pionero en llevar a la televisión obras maestras del terror y el suspenso.

Esta oferta se anticipó por más de medio siglo a las series y miniseries de Netflix o Amazon Prime, y no es casual que la segunda presentará en forma inminente una remake de cuatro episodios de la serie Historias para no dormir, que Ibañez Menta respaldó para la Televisión Española repitiendo el esquema de lo producido en Canal 7, un lustro después.

A finales de esta misma década también comenzaron a emitirse series estadounidenses, y así ocurrió por ejemplo con la familiar Papá lo sabe todo, con Robert Young, que tuvo numerosas repeticiones a lo largo del tiempo.

"Justa del Saber", el concurso estudiantil pionero en materia de preguntas y respuestas.

«Justa del Saber», el concurso estudiantil pionero en materia de preguntas y respuestas.

En 1957, Tato Bores estrenó Caras y morisquetas, con libros de Landrú, donde nació su personaje con peluquín, anteojos de marco grueso, frac y habano, donde podía hablar de todo menos de Perón y en 1959 sonó la campana de largada para el ciclo La Revista Dislocada, creado por Delfor y coescrito con Aldo Camarotta, que tiempo después y ya en la TV privada crearía Telecomicos.

También anduvieron por allí Los grandes del buen humor, antes de la partida de su creador Tito Martínez del Box a Centroamérica, y Nelly Prince con Llegó el circo, donde debutó el payaso Firulete junto a su par de cara blanca y ropa metalizada Santiaguito, que luego se mudarían a Canal 11.

Los 60 en versión Canal 7

La aparición de tres emisoras en la órbita privada incorporó pautas publicitarias que comenzaron a venderse por segundo y fueron un duro golpe a la producción del hasta entonces único canal, que se profundizó tras el enfrentamiento de Azules y Colorados dentro de las Fuerzas Armadas, que terminó con el mandato de Arturo Frondizi, y también   Arturo Illia, a pesar del esfuerzo del médico bonaerense por sostener calidad, poniendo como director de contenidos al veterano actor Francisco Petrone.

Un cuarto de siglo atrás, Petrone había sido uno de los fundadores de la productora independiente Artistas Argentinos Asociados, la de «La guerra gaucha», de Lucas Demare, en 1942. Ocupó ese papel por poco tiempo, ya que en 1966 un nuevo golpe militar interrumpiría la legitimidad de las instituciones hasta 1973.

De ese tiempo con veda política fueron el ómnibus 7 y medio, conducido por el periodista y empresario Héctor Ricardo García y Pinky o Malambo, programa folclórico de Julio Maharbiz mientras que de la primera época y sobrevivía Justa del saber, conducido por  Julio Bringuer Ayala, célebre programa de preguntas serías y respuestas precisas con alumnos y alumnas de colegios secundarios, luciendo sacos y corbatas de color azul y bordo o faldas escocesas, que se anticipó al más descointracturado Domingos para la Juventud de Canal 9.

La complicada década del 70

En 1970   Sergio Renán, que todavía no había debutado como director cinematográfico propone, con Marcelo Domínguez, Las grandes novelas, un valiosísimo ciclo con adaptaciones de obras de autores como Stendhal, Dostoievski, De Maupassant, Aleichem así como Roberto Arlt,  Pablo Palant, Paco Urondo, Martha Lynch, y Mario Benedetti con La tregua, que no se conservaron, mientras que del exterior la serie Buscando novia a papá, con Bill Bixby (el que en 1977 sería «El Increíble Hulk»).

Leonor Benedetto, figura central de la versión transgresora de "Rosa de lejos", de Celia Alcántara.

Leonor Benedetto, figura central de la versión transgresora de «Rosa de lejos», de Celia Alcántara.

También en 1970 comenzó la transmisión de  Adelante juventud, conducido por Ángel Magaña y Clarisa Gerbolés, programa para la difusión de la labor de las Fuerzas Armadas, con claro destino al «público joven» y en defensa de los «valores» que esas instituciones reivindicaban como «ejemplares». El ciclo tuvo 13 temporadas consecutivas hasta 1982.

Tras las elecciones de 1973, iniciado un nuevo y corto período democrático que permitió la vuelta del peronismo pero no así de Perón, que asumiría tras una nueva compulsa en julio de ese año y gobernaría hasta su muerte en 1974, ya como Televisión Argentina, solo se recuerda el Teatro Popular de Teresa Blasco, de 1974, porque la convulsión política estaba a la orden del día, y la sensación de un nuevo golpe militar crecía y amenazaba con estallar.

De ese período siguiente de seis años se recuerdan la Trasnoche SEGBA (ciclo iniciado en 1972 a raíz de cortes de energía programados), con producción propia y la repetición de una película nocturna, con conducción y entrevistas de Julio Lagos, que incorporó la nocturnidad a una programación que habitualmente terminaba a las medianoche o poco más con un mensaje religioso, seguido de una pantalla con puntos y ruido a frito hasta la señal de ajuste matutina.

El programa fue un éxito y luego pasó a llamarse Trasnoche Aurora Grundig, en vísperas de la llegada de la televisión «en colores», con lo que significó el Mundial de Fútbol jugado precisamente como local en 1978, y después también de madrugada el Kenia Sharp Club.

Los 80: entre el color y la guerra

En marzo de 1980, el canal rebautizado ATC (Argentina Televisora Color) todavía en blanco y negro (en mayo ya en color) comenzó la emisión de la telenovela Rosa… de Lejos, nueva versión de Simplemente… María, de Celia Alcántara y protagonizada por una muy joven Leonor Benedetto.

"Mesa de Noticias", con Juan Carlos Mesa y un gran elenco, sátira a la producción de un noticiero.

«Mesa de Noticias», con Juan Carlos Mesa y un gran elenco, sátira a la producción de un noticiero.

Fueron 264 entregas dirigidas por María Herminia Avellaneda, que se convirtieron en un éxito imposible de eludir con sus picos de 62 puntos de rating, resultado de aquel desafío qué significaba una toma de posición frente al empoderamiento de las mujeres en la sociedad de entonces.

También de aquella época se recuerda el paso por el canal estatal de los comediantes uruguayos de Telecataplum, encabezados por Ricardo Espalter y Enrique Almada con el ciclo Comicolor, donde el primero interpretó al memorable Toto Paniagua y a Tita Merello, con Victor Sueyro, en el ciclo Todo Tita.

El momento trágico de la década recién iniciada habría de llegar en 1982, con la teletón en busca de fondos solidarios para los soldados enviados por  la dictadura en crisis para recuperar las Islas Malvinas que desató una guerra con Gran Bretaña, Las 24 horas de Malvinas, con conducción de Pinky y Cacho Fontana, devino un desfile de figuras de la cultura y el espectáculo, mezcladas con las miles de personas de toda condición social que fueron hasta la Avenida Figueroa Alcorta y Tagle para dejar sus donaciones. En aquella época el canal fue un órgano propagandístico de la dictadura, con un engañoso tratamiento triunfalista del conflicto, encabezado por el noticiero 60 Minutos, conducido por José Gómez Fuentes, autor de la frase «Vamos ganando!».

Ese mismo año habría de aterrizar Mirtha Legrand con su ciclo de almuerzos que continuaría hasta el año siguiente y que regresará con la gestión de Gerardo Sofovich entre 1991 y 1992. Como no hay dos sin tres, también 2001, no obstante la crisis de aquel fin de año terminó con la continuidad.

"La noticia rebelde", la actualidad desde un punto de vista mordaz, con Becerra, Guinzburg, Castelo, Repetto y Abrevaya.

«La noticia rebelde», la actualidad desde un punto de vista mordaz, con Becerra, Guinzburg, Castelo, Repetto y Abrevaya.

Retrocediendo a 1982-1983, poco antes de la vuelta a la democracia, el canal puso en el aire Cocinando con Galán, con el popular conductor de Si lo sabe cante, y ya con el gobierno surgido de las urnas, Semanario insólito, programa de actualidad con mucha acidez y la impronta de Raúl Portal, Adolfo Castelo, Raúl Becerra y Virginia Hanglin, que inspiró a La noticia rebelde, de 1986, con Carlos Abrevaya, Becerra, Castelo, Jorge Guinzburg y Nicolás Repetto.

Ese mismo 1986 llegó Mesa de noticias, que siguió hasta 1987 apenas terminaba La noticia…, protagonizado por Juan Carlos Mesa, su autor, junto a Gianni Lunadei, Beatriz Bonnet, Gino Renni, Alberto Fernández de Rosa y Cris Morena, cuya ficción transcurría en la cocina de producción de un noticiero.

Fue también la temporada que puso en el aire Historias de la Argentina Secreta, de Roberto Vacca y Otello Borroni, una serie de documentales dedicados a mostrar curiosidades de la geografía argentina y en 1988 Victor Sueyro se puso al frente de Juguemos en familia.

En 1989 se incorporó el doctor Mario Socolinsky con el exitoso La salud de nuestros hijos, que continuó en esta pantalla durante casi tres décadas.

Rómulo Berruti y Carlos Morelli, en la barra y con alguna bebida espirituosa en "Función privada", y antes del cine.

Rómulo Berruti y Carlos Morelli, en la barra y con alguna bebida espirituosa en «Función privada», y antes del cine.

Entre 1988 y 1990 cerca de la medianoche se popularizó el magazine Noti-Dormí, conducido por Raúl Portal, el mono titi Darwin, y el perro Tristonio, que con un tono desenfadado capturó la atención del público  e impuso algunas frases, como su famoso saludo «Bohéio!» o su definición de «Caracúlicos» descubriendo el potencial de esa franja horaria de la que después sacaron partido Videomatch, Duro de acostar y Animales sueltos.

Los 90: Sombras y luces

Al promediar 1991, Carlos Saúl Menem interviene el canal, con la irrupción de Gerardo Sofovich, pasando de ser «Sociedad del Estado» a Sociedad Anónima conocida como ATeCe, que impuso su particular estilo del humorista y empresario, él mismo figura de un show central, La noche del domingo y Polémica en el bar, y una programación destinada a competir con los cánones de los canales privados, dejando a su salida un pasivo multimillonario.

De esa época se recuerda el ciclo de La TV ataca, con Mario Pergolini, Pipo Cipolati y Paki Gale, que terminaría con la partida del primero, y el periodístico En voz alta, de Daniel Haddad y al mediodía Robocopia, con Portal.

De 1993 son los 80 episodios de Cartas de amor en casette, con Miguel Angel Solá, Blanca Oteyza, Federico Luppi y China Zorrilla, y hacia 1994 la pantalla seguía principalmente copada por Sofovich, por ejemplo con el ciclo La tarde con Mauro Viale, Quiero ser mujer, con Nacha Guevara, El humor es más fuerte, con las imitaciones de Mario Sapag, y como contrapartida la inolvidable transgresión de El otro lado, de Fabián Polosecki.

"Okupas", la serie que comenzó una nueva forma de observar un presente con realismo.

«Okupas», la serie que comenzó una nueva forma de observar un presente con realismo.

En 1994, vuelve Portal con PNP (Perdona nuestros pecados), y en 1996 Viale cambia de horario en Mediodía con MV, para un año después partir hacia América, mientras el canal es invadido por producciones externas -enlatados- así como numerosas películas, series y dibujos animados extranjeros.

En 2000, y por un año, irrumpe Diego Capusotto, junto a Fabio Alberti y un inmenso equipo con Todo x dos pesos, que marcaría un momento culminante en la carrera del actor y humorista, el principio de una sucesión de éxitos con su imagen recortada que se prolonga incluso en la actualidad con la revisión de su también exitoso ciclo Peter Capusotto y sus videos, en colaboración con Pedro Saborido, responsables de sus tan singulares caricaturas.

El nuevo siglo

Ese mismo año 2000, entre octubre y diciembre, es decir al filo del nuevo siglo, se presentaron los 11 capítulos de Okupas, la miniserie de Bruno Stagnaro con Rodrigo de la Serna y Diego Alonso, acerca de amigos que usurpan una casa en el barrio de Congreso, que resultó un éxito de rating, como resultado de esa nueva forma de mirar el presente.

Entre el año 2001, aquel de la frase «Nos estamos viendo» y el 2010, pasaron un montón de cosas por la pantalla de la emisora, entre ellas Bar del infierno, que en 2003 y de lunes a viernes puso a Alejandro Dolina encabezando una propuesta innovadora.

Diego Capusotto con Fabio Alberti en "Todo x dos pesos", una gran producción humorística.

Diego Capusotto con Fabio Alberti en «Todo x dos pesos», una gran producción humorística.

Pero no fue la única en la década donde el más genuino cambio se dio cuando la emisora adoptó la marca Televisión Pública, dando inicio a una renovación no solo de su presentación sino en el estilo de su programación y contenidos.

De 2008 fueron Tinta Argentina, Rosa, celeste y violeta, acerca de mujeres de la historia argentina, escrito por Leonor Benedetto;  Ecos de mi tierra, con Soledad Pastorutti, Estudio País 24, conducido por Juan Alberto Badía, el sobresaliente Científicos Industria Argentina, con Adrián Paenza; Recurso Natural, con Natalia Oreiro, y ya en 2009 con el nuevo concepto de TV Pública, con casi la mitad de su programación con producción propia.

"Contra las cuerdas", con Rodrigo de la Serna, la serie que ganó cuatro Martín Fierro y compitió por un Emmy.

«Contra las cuerdas», con Rodrigo de la Serna, la serie que ganó cuatro Martín Fierro y compitió por un Emmy.

El 2010 se estrenó la telenovela Contra las cuerdas, con Rodrigo de la Serna, Maxi Ghione y Soledad Fandiño, dirigida por Alejandro Maci a partir de una idea de Tristán Bauer y Juan Pablo Domenech, con eje en un boxeador amateur que debe huir de Chajari a Buenos Aires, tras negarse a perder una pelea, donde buscará a su hermano mayor para que lo ayude a conseguir trabajo y enviarle dinero a su familia en peligro. Esta serie -de la productora ON TV, creción de Bernarda Llorente y Claudio Villarruel- además de ser presentada en el MIPTV de Cannes, fue la primera novela nacional en competir por el Emmy destinado a Mejor Ficción.

De 2012 el rating estuvo asegurado con la versión local de la miniserie Israelí En terapia, del mismo director, con protagonismo de Diego Peretti; en 2013 el canal emitió la serie de memorables conferencias que dio Ricardo Piglia a propósito de Jorge Luis Borges y un año más tarde la series 12 casas, de Santiago Loza; Quién mató al Bebé Uriarte, con Federico Luppi, escrita por Marcelo Figueras, y Bien de familia, de Jorge Gaggero.

"El marginal," otro de los grandes sucesos de la Televisión Pública, producida por Sebastián Ortega.

«El marginal,» otro de los grandes sucesos de la Televisión Pública, producida por Sebastián Ortega.

De 2015 son Variaciones Walsh, Cromo, El mal menor y Los siete locos y Los lanzallamas, en versión magistral dirigida por Fernando Spiner y Ana Piterbarg, con guión de Ricardo Piglia y Lionel D’Agostino, según las dos novelas de Roberto Arlt., con Alberto Ajaka y un gran elenco.

En 2016 se emitieron La última hora, de Gastón Portal; Ultimátum, con Julieta Cardinali y Según Roxi, con Julieta Otero y la primera exitosísima temporada de El marginal, dirigido por Luis Ortega, que ya va por su tercera, y en 2018, La caída y la cordobesa La chica que limpia.

El año siguiente, 2019, fue un año electoral, clave en tanto y en cuanto desde diciembre comenzó a ser revertido el estado de situación a ese momento, umbral del que será recordado como el año del Covid 19. Recién ahora se empieza a proyectar el futuro con una mejor perspectiva, a pesar de las profundas cicatrices del gran golpe que sufrió la cultura y en consecuencia también la televisión, en todo el mundo.

Durante el largo y difícil 2020, la emisora adaptó su programación para quienes debían quedarse en casa, en las varias etapas del aislamiento preventivo y así fue que en esa grilla se destacaron los espacios educativos, dedicados a los más chicos y que llegaron a ocupar 8 horas diarias, más allá de las revisiones de los ciclos históricos, sean conciertos, ficciones, así como importantes competencias deportivas, en especial de fútbol. 

Una nueva década

Con 2021 y la programación ya es encarada con un criterio camino al crecimiento en todas las temáticas, y así aparecen los clásicos deportivos, como Fútbol ATP, con Pablo Giralt, Angela Lerena, Matías Martin y los comentarios de Miguel «Titi» Fernández, las Eliminatorias de Qatar 2022 y desde esta temporada el Campeonato de Fútbol Femenino, con relatos de Claudia Villapun y comentarios en el campo de Romina Sacher y Gabriela Privitera.

Como también es histórico en la Televisión Pública, el automovilismo, con las principales categorías de todo el país tiene su propio espacio, en especial el Turismo Carretera, igual que los amantes del turf disfrutan de las competencias hípicas los sábados por la tarde.

Siguen los clásicos Cocineros argentinos, que ya va por más de 3000 emisiones en 13 años, ahora conducido por Juan Braceli, Juanito Ferrara y Sofía Pachano, también con Lucho García y el nutricionista Diego Sívori, al igual que La Liga de la Ciencia, conducido por Andrés Rieznik y María Eugenia López y en materia periodística se incorpora Desiguales, con Luli Trujillo y Pablo Caruso, que a partir de este mes tendrá 5 emisiones semanales. En cuanto a revisión histórica, está Archivo General de la Emoción, con Felipe Pigna.

¿Propuestas relacionadas con la música?   Vera Spinetta conduce el ciclo de entrevistas En el carrousel, producido por Encuentro; Lito Vitale recibe en su casa a músicos poco después de la medianoche en un breve mano a mano. Los sábados llega Unísono, la música va a tu casa, una propuesta federal del Instituto de la Música. Y los domingos, en coproducción con el Ministerio de Cultura, se presenta Estudio 1, con Hilda Lizarazu y Chango Spasiuk.

Finalmente, los de interés general son Mañanas públicas, con Mariela Fernández y Gabriel Corrado, así como Todos estamos conectados, con Sergio Goycoechea y Noe Antonelli, que ocupan turno mañana y tarde respectivamente, Altavoz, con Cata De Elía y Juan Ignacio Velcoff, para rematar con el certamen de preguntas y respuestas ¿Quién sabe más de Argentina?, con la conducción de Robertito Funes Ugarte.

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